Hermanos al Rescate: Aniversario 27 de un crimen de estado

 Hermanos al Rescate: Aniversario 27 de un crimen de estado

Como cada 24 de febrero desde 1996, año del crimen contra los Hermanos al Rescate, las familias de las víctimas las honran y buscan justicia.

A veintisiete años de la masacre de Hermanos al Rescate, uno de los responsables del crimen, el general Rubén Martínez Puente, murió sin haber cumplido pena de cárcel, en tanto la espía estadounidense Ana Belén Montes, quien contribuyó con sus informaciones a sostener la maquinaria represiva del régimen, fue excarcelada en EEUU. Así lo comentó a DIARIO LAS AMÉRICAS la madre de Mario Manuel de la Peña, uno de los pilotos a los que La Habana arrebató la vida bajo el argumento de que habían sobrevolado el espacio aéreo cubano.

El 24 de febrero de 1996, militares al servicio del régimen derribaron las avionetas en las que viajaban Mario Manuel y tres de sus compañeros como parte del servicio humanitario del grupo Hermanos al Rescate para brindar asistencia a balseros que cruzaban el Estrecho de la Florida. En 2023, como cada año transcurrido desde la masacre, las familias de las víctimas (Armando Alejandre, 45 años; Carlos Costa, 29 años; Pablo Morales, 29 años), conmemoran la fecha, en la fuente del Graham Center de Florida International University (FIU), con la tradicional vigilia silente en recordación de los suyos.

Para Miriam, la madre de Mario Manuel de la Peña, justicia sería que los asesinos cumplan sentencias, empezando por Raúl Castro y “de ahí para abajo”. Sin embargo, “el general que dio la orden ese día, Rubén Martínez Puente, ya falleció sin haber cumplido condena aunque tenía una orden para ser juzgado en EEUU. Los dos pilotos, los hermanos Pérez-Pérez, también tienen orden para ser encausados aquí, son fugitivos de la ley estadounidense. Justicia sería que fueran a prisión, que pagaran por ese crimen y por muchos más; si pagan por este estarían pagando por otros también”, enfatizó.

En esa línea, Ana y Maggie Alejandre, hermanas de Armando Alejandre dijeron a DIARIO LAS AMÉRICAS que aún la justicia completa no ha llegado.

Además de que murió el general que dio la orden del derribo, excarcelaron a los espías, e incluso, enfatizó a este diario la madre de De la Peña, hasta la estadounidense Ana Belén Montes fue puesta en libertad condicional, a pesar de que el exinvestigador de Inteligencia Chris Simmons ha asegurado a medios locales que Montes fue prolífica -y efectiva- al proporcionar datos de inteligencia estadounidense a los cubanos para “dañar a Estados Unidos”.

Uno de los argumentos que le valieron a Montes una pena de 25 años de privación de libertad es que, con sus acciones, favoreció la pérdida de vidas. Aunque “históricamente, muchos espías han dado información”, ella, según creen los investigadores y adujo la Fiscalía, estuvo involucrada en el derribo de los aviones -desarmados- de Hermanos al Rescate en 1996, cuando los pilotos de combate dirigidos por el régimen mataron a los cuatro cubanoamericanos en aguas internacionales.

“Han pasado años, pero acá estamos como el primer día. El dolor no ha cambiado, en parte porque no ha habido una verdadera justicia”, destacaron los familiares de las víctimas en diálogo con este rotativo.

La madre de De la Peña, al señalar los hechos expone que Ana Belén Montes, también era sospechosa porque desde su estación ella daba los informes a los generales norteamericanos y a Seguridad Nacional de que Cuba no era una amenaza. Por tanto, la excarcelación de Montes es vista por la familia como un retroceso, en tanto insisten en que la justicia en este caso sería que los culpables fueran a prisión.

Hay otra justicia, no obstante, a la que sí se puede acceder. La justicia de la información vendría a ser y, en este sentido, la madre de la víctima considera que es importante rememorar cada año esta historia, no solo para quienes ya la conocen sino también para los jóvenes que salen de Cuba y llegan, fundamentalmente a EEUU sin información profunda sobre estos temas.

“Muchos llegan desinformados porque la historia que cuentan allá es la versión distorsionada con la que se lavan las manos ellos. Les llega la noticia completamente contraria a la verdad. Dicen que los muchachos [de Hermanos…] entraban y salían cuando querían, sobrevolaban el espacio aéreo cubano (…) Cada vez que los Hermanos iban a pasar el paralelo 24 el gobierno cubano les decía que estaban en peligro. Los documentos de la corte internacional se basaron en los testigos oculares del suceso. Las avionetas fueron derribadas en espacio aéreo internacional, en ningún momento entraron en el espacio aéreo cubano y eso fue demostrado por la OACI, además de que testigos de ese crimen fueron el capitán y los tripulantes del barco ‘The Majesty of the Seas’ de Noruega Caribbean Cruise, que eran neutrales. Había otra nave pesquera estadounidense que fue testigo”, dijo Miriam de la Peña.

Las familias de las víctimas han luchado juntas, denunciando ante Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y demás instancias internacionales y, en el caso de la familia De la Peña se ha mantenido “interrelacionada con organizaciones del exilio y los derechos humanos para denunciar todas las causas e injusticias cometidas por el régimen” porque “los abusos son en general”.

A estas alturas, Miriam de la Peña lamenta no haber visto cambio alguno en los argumentos ni arrepentimiento de los que cometieron el crimen: “Yo veo que siguen cometiéndolos y, desafortunadamente, no se hizo justicia en el 96. Hubiera sido el regalo más grande en aquel entonces porque si se hubiera ajusticiado a los culpables, no hubieran sobrevenido (tantos) años más de injusticia y de crímenes; tantas personas jóvenes que han fallecido tratando de emigrar, tantas familias fracturadas aun cuando nosotros no éramos un pueblo que emigrase; la familia cubana es unida, éramos de mantenernos en nuestra patria, y ese es el ansia de todo cubano: regresar a donde nació pero no bajo un sistema que te va a reprimir, que te va a quitar todas tus libertades. Yo quiero ver a mi Cuba libre, pero no quiero volver a aquella esclavitud de la que tanto me costó salir. Dentro y fuera de Cuba somos perseguidos”.

Grupo Metro

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